No podemos respirar

    Los humanistas rechazamos rotundamente la brutal actuación del policía que mató a George Floyd, impidiéndole respirar mientras miraba para otro lado insensible a sus quejas. Nos solidarizamos con la familia de Floyd y con la comunidad afroamericana de los EEUU. Lamentablemente, no es un incidente aislado ni un accidente. Periódicamente la brutalidad policial acaba con la vida de muchos de ellos, y en muchos casos la policía dispara primero e investiga después.  El ambiente social oprime los pulmones y el corazón. No se puede respirar discriminación y violencia. Es altamente tóxico.

    La esclavitud fué abolida e los EEUU y  la lucha por los derechos civiles que abanderaron Luther King y otros líderes consiguió que la discriminación racial desapareciera formalmente. Pero las desigualdades se han agudizado hasta niveles insportables. Nacer blanco o negro en Estados Unidos determina en gran medida donde vivirás, cuales serán tus oportunidades educativas o laborales, que nivel de ingresos tendrás, y por supuesto, cual será el trato que la policía te dará. Black Lives Matter, las vidas de los negros importan, el movimiento de protesta que surge con enorme potencia muestra que la población no está dispuesta a resignarse a aceptar que la discriminación sea el orden "natural" de las cosas. 

    Mientras, el hombrecillo de la Casa Blanca escupe en todas direcciones su discurso de odio y sigue una estrategia calculada para polarizar a sus votantes, convenciéndoles de que las protestas están organizadas y dirigidas por terroristas que amenazan la ley y el orden. No solo utiliza la violencia,  hace apología de ella. Es el estandarte del anti-humanismo.

    Pero es una buena noticia que en las manifestaciones y  concentraciones de protesta, mayoritariamente no violentas,  participen miles de personas, sobre todo jóvenes, de todas los orígenes. Blancos, latinos, asiáticos, y por supuesto afroamericanos.  Los humanistas afirmamos que defender los derechos de una minoría, es defender los derechos de todos los seres humanos.  Y también celebramos que millones de personas despierten y se pregunten:  ¿éstas son las condiciones en que queremos vivir? ¿estamos dispuestos a hacer algo para ir en la dirección en que queremos ir?. Es una condición necesaria  para cambiar la dirección de un sistema discriminador y violento hacia una sociedad de iguales oportunidades para todos y plenamente humana.
 

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